El presidente Gustavo Petro aprovechó una reunión en Soledad (Atlántico) para hablar de un posible regreso al poder en el futuro, pero también para lanzar dardos a dos de sus más duros críticos: el excanciller Álvaro Leyva, y el presidente del Congreso, Efraín Cepeda.
En el evento, cuyo único fin era instalar comités ciudadanos para la consulta popular, el jefe de Estado estuvo acompalado por dos de sus más cercanos alfiles: el ministro de interior, Armando Benedetti, y Gustavo Bolívar, director del Departamento para la Prosperidad Social (DPS).
Petro aprovechó el momento para hablar de una posible permanencia suya en el poder, lo que generó aplausos en la concurrencia.
“Yo siempre dije que no me interesa la reelección. Pero el día que vuelva a la presidencia de la República será porque el pueblo ha hecho una revolución”, dijo Petro.
Luego dijo que no llegó a Soledad para hablar de la reelección. “Ninguna pregunta de la consulta popular habla de la reelección como dijeron algunos que la íbamos a meter. No nos interesa”, aseguró.
El mandatario aprovechó el momento para responderles a muchos de sus críticas, entre ellos al presidente del Congreso, Efraín Cepeda, oriundo precisamente del Atlántico.
“Yo sí creo que hay que poner una placa en algún lugar muy populoso de Barranquilla con su nombre, pero recordando lo que hizo. Le subió las tarifas eléctricas a todo el pueblo del Atlántico y del Caribe de Colombia”, expresó.
También se acordó de Álvaro Leyva, quien fuera su canciller y ahora crítico por haber asegurado que el Presidente tiene una adicción comprobada con las drogas.
“Claro, no podía darme gracias. Tenía era que insultarme y atravesarme una daga por la espalda. Morder la mano, la víbora nunca deja de morder en toda su existencia”, expresó Petro.
Y agregó: “Que este señor venga a decirle a un revolucionario que es drogadicto, es porque no entendió ni jota de la vida”.
El evento en Soledad continuó con la instalación de las mesas por el sí para la consulta popular.