En medio del consejo de ministros realizado en la noche del martes 19 de agosto, el presidente Gustavo Petro se refirió al uso de armas de manera legal en el país.
Durante su intervención, el mandatario descartó que dentro de su gobierno o el progresismo, se legalice el porte de armas por parte de la población civil.
Por lo contrario, instó a que sea solo el Estado quien tenga el monopolio de las armas.
“Soy partidario de cero armas en los civiles. Yo creo que deberíamos coherentes con ese principio, las armas solo deben ser monopolio de la fuerza pública. El Estado, por tanto, bajo control público, en una democracia, solo hay dos teorías, o todo el mundo tiene armas, un pueblo en armas o las armas son monopolio del Estado”.
De igual manera, aseguró que no sería viable que los civiles puedan portar armas en Colombia, esto, argumentando la larga historia de violencia que ha vivido el país.
“En Colombia, un pueblo en armas puede ser una masacre total, nuestra historia no nos permite eso, nos matamos entre sí muy fácilmente. Por tanto, nuestra estrategia ha sido, constitucionalmente hablando, que el monopolio de las armas en manos del Estado”, recalcó el mandatario.
A reglón seguido, aprovechó para recordar que armas a la población civil ha llevado a problemas estructurales en la sociedad colombiana, como fue la aparición del paramilitarismo.
“Hay una mistura ahí mal creada, un Frankenstein, que muestra convivires, antiguas y modernas, mal invento que llevó al paramilitarismo y a un genocidio”, argumentó.
Asimismo, recordó que las mismas armas que crea el Estado terminan en manos de criminales, quienes incluso las sacan del país para cometer crímenes internacionales.
“Compañías de seguridad privada que las encontramos escoltando a los capos de la mafia, exportando mercenarios, con armas que se legalizan, pero parece que no aparecen, muchas, es decir, un escape hacia la criminalidad”.
Además, agregó que: “Pasó en el caso del albanés en Venezuela, que capturaron con un arma legal, que pasa de unas manos a otras, y termina en manos de un alto capo de la mafia internacional”.
Por último, recordó que fue una ley de su gobierno la que restringió a que los civiles, con permiso parar aporte de armas, puedan cargarlas en espacio público.
“Nosotros hemos negado el permiso de andar en público, con armas, en espacio público, pero hay que ir más allá, se daña un negocio en Indumil, pero se pueden crear negocios más rentables”, concluyó.