El presidente Gustavo Petro salió en defensa del borrador de decreto que modifica los requisitos para acceder a los cargos de embajador y cónsul general central, una propuesta que ha generado un amplio debate en el entorno político y diplomático del país.
El documento plantea que para estos puestos solo será obligatorio ser colombiano por nacimiento y tener más de 25 años, eliminando la exigencia de estudios profesionales y experiencia previa.
El borrador, conocido en las últimas horas, introduce un cambio en el parágrafo 2 del artículo 2.2.2.4.10 del Decreto 1083 de 2015. Hasta ahora, quienes aspiraban a esos cargos debían acreditar un título profesional y demostrar trayectoria laboral relacionada.
La iniciativa, según explicó el mandatario, busca equiparar las condiciones para acceder a dichas designaciones con las que se exigen para integrar el gabinete ministerial.
“Los mismos requisitos para ser ministro son los que se aplicarán para ser embajador”, escribió el jefe de Estado en redes sociales. En otro mensaje, recordó que la Constitución asigna al presidente la dirección de las relaciones exteriores, tarea que se ejerce a través de la Cancillería y de sus representantes diplomáticos.
La propuesta no surgió de manera repentina. En junio, durante un consejo de ministros transmitido públicamente, Petro insistió en su intención de eliminar los filtros académicos para estos cargos.
“Cualquier hijo de obrero puede ser embajador”, afirmó entonces. La Cancillería ya había dado un paso en esa dirección con la Resolución 10142 de 2025, que suprime el requisito de manejar un segundo idioma para quienes sean designados por fuera de la carrera diplomática.
Las reacciones no tardaron en aparecer. La Unión de Funcionarios de Carrera Diplomática y Consular (Unidiplo) y la Asociación Diplomática y Consular de Colombia (Asodiplo) manifestaron su rechazo al considerar que los cambios representan un “grave retroceso institucional”.
Según expresaron en un comunicado, estas decisiones afectan la profesionalización del servicio exterior y alteran el “equilibrio indispensable” entre los funcionarios de carrera y los nombramientos discrecionales.
Desde el Congreso también surgieron críticas. La senadora María Fernanda Cabal anunció que impulsará una demanda contra el decreto, argumentando que desconoce el mérito y afecta la calidad del servicio diplomático.
El debate tomó un nuevo rumbo cuando la representante Catherine Juvinao publicó un video en el que se observan declaraciones pasadas del hoy presidente, en las que cuestionaba la forma en que se manejaba la diplomacia y defendía la necesidad de contar con personal altamente preparado.