A su turno, en la discusión de la consulta popular que se lleva a cabo en la Plenaria del Senado, el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, cuestionó que se piense en estudiar una apelación para revivir la reforma laboral.

Sanguino calificó el hecho de “muy sospechoso” que “se hubiesen demorado 9 o 10 semanas para tramitar una apelación, cuando estamos a cinco semanas de que termine la legislatura y se hunda por tiempos la reforma laboral”.

En su concepto, el ministro calificó este hecho de una “doble trampa” y de un “perverso propósito” que se busque tramitar esta apelación en medio de la consulta popular para que las dos proposiciones fallen en su camino legislativo.

El ministro Armando Bendetti defendió férreamente la consulta popular en medio de la plenaria. | Foto: GUILLERMO TORRES REINA

“Hay un perverso propósito de que la reforma laboral reciba un segundo entierro por razones de tiempo si tramitamos la apelación y al mismo tiempo enterrar la consulta popular, y esa doble trampa no lo podemos permitir”, insistió.

Incluso, criticó a los congresistas “imaginativos” que proponen estas fórmulas para, según él, hundir la consulta popular. “Léanse la ley para que no violemos la ley”.

En sus declaraciones en la plenaria, Sanguino aseguró que esta consulta popular no es solo un ideario de las izquierdas o de un movimiento sindical, sino también una idea de los partidos tradicionales, quienes cuestionó.

Ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, en la plenaria del Senado para definir la consulta popular. | Foto: GUILLERMO TORRES REINA

“Aquí hay liberales impostados”, cuestionó el Ministro al recordar los debates en el Congreso de Jorge Eliécer Gaitán por los trabajadores de las bananeras, la revolución de López Pumarejo o el intento de reforma de López Michelsen antes de 1977.

El jefe de la cartera del Trabajo aseveró que hay “un sentimiento cada vez más grande en la ciudadanía para la consulta popular, la gente quiere pronunciarse sobre un asunto que es sentido para los 25 millones de colombianos que conforman la fuerza popular”.

Agregó que las doce preguntas no surgieron como un “capricho” del presidente, sino que surge como una necesidad de los derechos de los trabajadores perdidos y sus necesidades.