El excanciller Álvaro Leyva dio a conocer este miércoles la carta que había anunciado hace unas semanas que le escribiría al presidente Gustavo Petro.
En la misiva, hizo referencia al ministro del Interior, Armando Benedetti y la actual canciller, Laura Sarabia. Según él, Petro sería víctima de estos funcionarios.
“Se han aprovechado de su complejísima situación y le han hecho y continúan haciéndole terrible daño. Tan evidentes son que están en boca y mentes de cientos de miles de compatriotas: el Presidente de Ecopetrol, Benedetti y la señora Sarabia. Dícese de ellos que lo tienen secuestrado”, dice la misiva.
Leyva se refirió a los audios de Sarabia y Benedetti que fueron difundidos por la Revista Semana en 2023 y que mantienen “en vilo al Gobierno”.
“Lo que muestra una vez más que usted sigue siendo víctima de estos cuestionados funcionarios. A lo que se suma es que usted no ha logrado escapar de la personalísima trampa que lo destruye siempre más. Grave, sin duda, Presidente. Sí, le guardo estimación”.
De Sarabia, el excanciller le dijo a Petro que “era la dueña de su tiempo, de algunos quehaceres suyos y que además le satisfacía algunas necesidades personales”.
“Cuando iba a buscarlo, la señora Sarabia me hacía esperar por horas con la excusa de que usted eventualmente me recibiría. Comprendí que ella era dueña de su tiempo, de algunos quehaceres suyos y que, además, le satisfacía algunas necesidades personales”, le dijo Leyva a Petro, a través de la carta.
En el documento, también se refirió a Benedetti y afirmó que “se trataba de un enfermo” cuando lo nombró embajador en Venezuela “y lo sigue siendo”. Asimismo, detalló como fue la designación de Benedetti en ese cargo.
“Me correspondió nombrar a Armando Benedetti como embajador en Venezuela. Me dijo usted que hablará con él. Lo cité en mi apartamento. No quería aceptar la designación. Aspiraba a trabajar en una posición importante en Colombia. Quizás como un eventual ministro”.
Además de criticar a Sarabia y Benedetti, el excanciller describió episodios que lo preocuparon, como la desaparición de Petro dos días durante una visita oficial en París. “Fue ahí donde pude confirmar que usted tenía el problema de la drogadicción”, aseveró.
“Guardo en mi interior la pena de no haber intentado extenderle la mano. Lo cierto es que nunca se repuso usted. Su recuperación lastimosamente no ha tenido lugar”, agregó.