Nuevamente, con el atentado de las Farc contra la infraestructura eléctrica de Buenaventura quien sufre los efectos no es la Fuerza Pública sino los ciudadanos.Por enésima vez son los 400 mil habitantes y las actividades comerciales que producen ingresos de subsistencia a miles de hogares, los que están pagando las consecuencias de las arremetidas de la guerrilla.Aunque se sabe que pese a ello los diálogos en La Habana continuarán, está claro que la intención de las Farc es seguir usando a los civiles como rehenes de sus actos terroristas.Y que al suspender el cese el fuego unilateral lo que se viene es una oleada de ataques indiscriminados donde la principal afectada será la población civil. Mientras tanto, Buenaventura y toda Colombia reclaman a las Farc que demuestren su intención de paz.