Los problemas que aquejan a la zona rural de Cali se han denunciado por largo tiempo sin que se den las soluciones que demandan sus habitantes.

Aunque cada uno de los 15 corregimientos y las 85 veredas de la ciudad tiene sus necesidades particulares, coinciden en aspectos comunes como el deterioro de sus vías, la falta de agua potable, deficiencias en el transporte público o la carencia de puestos de salud y de infraestructura educativa adecuada, así como la inseguridad.

Los ‘Concejos a la calle’ realizados este año, en los que participan representantes de los vecinos del sector rural, concejales y funcionarios del municipio, han expresado y reiterado cuáles son esas necesidades prioritarias.

Y deberían ser los espacios en que se garanticen las soluciones que se han aplazado gobierno tras gobierno y no aguantan más esperas.

No son obras monumentales que requieran grandes inversiones, sino acciones puntuales y decisiones que se logran si hay voluntad para resolver lo que son prioridades de veredas y corregimientos.

No hay justificación para que en Cali se presenten los problemas de siempre en su zona rural y no se solucionen.

Son 40 mil ciudadanos caleños que reclaman respuestas a sus necesidades y una mejor calidad de vida.