Cali es la responsable de que el río Cauca presente la mayor contaminación y los niveles de oxígeno más bajos en su trayecto por el departamento del Valle.
Esto sucede aunque la ciudad cuenta con una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, Ptar, que debería cumplir con la función de devolverle limpias al río las aguas que utilizan los caleños.
Las denuncias, que se conocen por las investigaciones de las entidades ambientales y las quejas de los usuarios, indican que solo se estaría descontaminando un porcentaje de las aguas residuales que produce la capital del Valle.
A ello se sumarían la falta de mantenimiento, daños en algunos equipos y componentes fuera de servicio, lo que además provocaría emanaciones de biogás que afectan a comunidades vecinas.
Los problemas de Emcali con la Ptar son bien conocidos, como el del multimillonario contrato de modernización de la planta con una firma española que se incumplió y hoy se encuentra en un tribunal de arbitramento.
O las sanciones impuestas por la CVC y el Dagma debido al mal funcionamiento de la Ptar y por no realizar las gestiones para evitar las descargas de aguas contaminados en los demás afluentes de la ciudad.
El Gerente de Acueducto y el Gerente General de Emcali, así esté solo como encargado, deben explicarles a los caleños qué pasa en la Ptar.
Y responder por el daño que se le ocasiona al río Cauca, que se convierte en un moribundo a su paso por la ciudad.