Es inconcebible que apenas hasta ahora hayan iniciado las obras de reconstrucción del Puente El Piñal, a la entrada de Buenaventura, dinamitado por la guerrilla hace trece años.La demora para licitar las obras, el incumplimiento del contratista y las promesas no ejecutadas del Ministerio del Transporte demuestran la indiferencia con la que el Estado ha tratado los problemas de la ciudad portuaria.La orden de inicio de los trabajos es una buena noticia para el transporte de carga, de pasajeros y particular que ha sufrido las consecuencias de esos 13 años de retrasos.Ahora se espera que la inversión de los $11.000 millones sea suficiente para arreglar la vía que comunica a la isla de Cascajal con la zona continental.Y que se garantice que la obra no tendrá más obstáculos para que pueda culminarse en diciembre próximo como está previsto.