Todo lo que se temía que iba a pasar con el Fondo de Financiamiento de Infraestructura Educativa, Ffie, sucedió.
La entidad creada por el Ministerio de Educación en el 2016, que tenía como función construir 30.000 aulas en las regiones o reformar los colegios que lo necesitaban, incumplió con su labor y hoy buena parte de los recursos aportados para ese fin por los entes territoriales están embolatados.
El Valle es uno de los más afectados: aunque cumplió con la entrega de $17.000 millones al Fondo para construir 12 megacolegios, siete de ellos no se han empezado y los otros cinco se quedaron a media marcha.
De las 25 instituciones educativas prometidas para Cali y Buenaventura, solo se han entregado tres.
Esa es la razón por la que padres de familia, estudiantes y docentes de los colegios Cristóbal Colón y El Diamante en la capital del Valle, salieron a protestar.
Hace cinco años les dijeron que les construirían las sedes más modernas y seguras del país, pero de la primera solo se hizo el 35% antes de que el contratista abandonara las obras, y la segunda ni siquiera se inició.
Las denuncias existen desde el 2019, la Contraloría realizó un informe detallado sobre los incumplimientos y hasta ahora no ha habido forma de que la Justicia actúe ni que se devuelvan los dineros que entregaron los departamentos y municipios confiando en las promesas del Ministerio de Educación de entonces.
Otra muestra más de la corrupción que afecta al país y niega derechos fundamentales como el de la educación.