Cuándo el Alcalde Ospina solicitó autorización al Concejo para endeudar a la ciudad con $650.000 millones, no informó cuáles eran los proyectos específicos que se realizarían con esos recursos.

Luego, ante la insistencia ciudadana, se dieron a conocer algunos de ellos entre los cuales no estaba incluida la remodelación de la Avenida Sexta.

Ahora la Administración Municipal dice que va a hacer esa transformación, una obra que se propuso en administraciones anteriores, y que en ello invertirá $60.000 millones.

Esa decisión ha generado inquietudes en la ciudadanía, que deberían ser resueltas antes de que el proyecto se inicie.

Lo primero es si con tantos problemas que tiene la ciudad, más con las necesidades que han resultado en el último año debido a la pandemia, esas obras son una prioridad.

O si se ha consultado con los vecinos, los negocios y empresas del sector los cambios que se harán.

La Avenida Sexta es desde hace años como un imán que atrae el interés de las administraciones municipales para hacer inversión, pero hoy la ciudad tiene otros asuntos más urgentes qué atender.

Antes de darlo como un hecho cumplido, es pertinente escuchar a los caleños y darles las explicaciones del caso.

Así mismo, que los concejales realicen el control político que les ordena la ley y pidan las aclaraciones que sean necesarias para asegurar que el proyecto de la Avenida Sexta no corra la misma suerte de las megaobras que promovió el alcalde Ospina.