Las vías de hecho no son la manera de hacer democracia y mucho menos en la universidad pública, el escenario propicio para exponer las ideas.
Por eso se debe rechazar el retiro violento al fue sometido el jueves anterior el precandidato presidencial Sergio Fajardo, cuando se disponía a hablar en la Universidad Tecnológica de Pereira.
El señor Fajardo está haciendo su campaña sin nada distinto que ofrecer sus ideas y presentar sus programas.
Y como todo aspirante a la Presidencia o a un cargo público tiene derecho a hacer presencia en todos los espacios, comenzando por las universidades que son el centro del pensamiento y del debate ideológico.
Contrario a lo que podría imaginarse, cuando el precandidato recorría el alma máter encapuchados lanzaron papas bomba al paso del aspirante y de su comitiva, y le exigieron a la fuerza retirarse del lugar.
Es un hecho inaceptable desde cualquier punto de vista, porque Colombia debe tener un debate electoral limpio, alejado de cualquier asomo de violencia.
Ninguna persona tiene derecho a usar la fuerza para impedir el debate público con un candidato, mucho menos cuando los agresores aceptan que otros con los que sienten afinidad hagan presencia, como ya ha sucedido en la Universidad Tecnológica de Pereira.
Colombia tiene que decirle no a la violencia en el proceso electoral.