Hace diez años los vecinos de la vereda La Honda, en el municipio de El Cerrito, avisaron que la montaña que los resguarda comenzaba a caer.
El que entonces era un pequeño claro en medio del verde se transformó en grietas gigantes que se abren a diario, de las que se desprenden piedras y tierra a raudales que caen a la quebrada del mismo nombre agrandando su cauce y se vuelve un peligro con la temporada de lluvias.
El riesgo que La Honda ha padecido durante años es tan notorio como la incapacidad de las autoridades para prevenir lo que puede ser un desastre que destruya lo que hay a su paso y cobre vidas.
Frente a lo que sin duda es una emergencia que afecta a 100 familias de la zona, no hay soluciones a la vista por razones financieras, técnicas o ambientales, como aseguran desde la administración municipal.
La alcaldía de El Cerrito se declara incapaz de actuar porque no tiene los recursos para atender la situación, mientras la CVC asegura que se necesita la intervención del Gobierno Nacional por la complejidad de la emergencia.
Pero el desastre se puede presentar en cualquier momento y no se puede dilatar más la toma de decisiones cuando hay vidas en juego y comunidades en peligro.
A los habitantes de La Honda hay que apoyarlos en su petición de que les brinden soluciones, porque como dice uno de los vecinos, “es mejor prevenir la tragedia y no prepararse para atenderla”.