La condena por contrabando de armas al ex presidente argentino Carlos Menem y a quien fuera su ministro de Defensa va descorriendo el velo de lo que han sido ciertos gobiernos de esa Nación suramericana.La historia del tráfico, que se dio entre los años 1990 y 1995, incluye el desvío de 6.500 toneladas de armas y municiones que en el papel debían ir a Venezuela y Panamá pero terminaron en Croacia y Ecuador.Estos dos países vivían conflictos internos y existía un embargo internacional de armas que transgredió el gobierno de entonces, según lo confirma ahora la Justicia argentina, con pleno conocimiento de su Presidente.Seguramente Menem, quien tiene 82 años y es senador, no pagará ninguna pena por su edad y por el fuero que lo cobija, pero al condenarlo se sienta un precedente y se envía el mensaje de que ni siquiera los mandatarios están exentos de cumplir las leyes o de ser castigados si no lo hacen.