Cali y el Valle tienen una ubicación privilegiada para el mercado del transporte aéreo.

Además de su posición estratégica para la conexión entre Colombia y el resto del continente, en especial con los países de la gran cuenca del Pacífico, están sus condiciones geográficas y meteorológicas que son ideales para la operación permanente del tráfico aeronáutico.

Esas razones, junto a la ampliación y mejora de los servicios que se adelantan en el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, atraen la atención de las nuevas aerolíneas que anuncian su aterrizaje en la ciudad.

Viva Air regresará a partir de febrero próximo, en noviembre llegó CGA Airlines y este mes comenzarán las rutas de JetSmart con el atractivo de sus vuelos directos internacionales.

Esa nueva competencia, junto a la consolidación de las empresas que tradicionalmente han volado desde el Bonilla Aragón, deberá significar un mayor flujo de tráfico aéreo, así como más beneficios para los viajeros con una oferta más amplia de vuelos y precios más justos.

Es también la oportunidad para dinamizar la economía regional y para que Cali y el Valle sean más competitivos.

La llegada de más aerolíneas demuestra, además, que el Bonilla Aragón tiene todas las condiciones para ser un aeropuerto alterno a El Dorado de Bogotá, que ayude a descongestionar la operación aérea en Colombia y brinde alternativas de calidad a los viajeros nacionales e internacionales.