No le fue muy bien a la capital del Valle en el más reciente estudio Doing Business Colombia que realizan el Banco Mundial y el Departamento de Planeación Nacional.

El reporte anual, que mide la facilidad para hacer negocios en una ciudad considerando los trámites, costos y tiempos para obtener permisos, pagar impuestos, registrar una propiedad o abrir un negocio, ubicó a Cali en el puesto 30 entre 32 capitales.

El mensaje que manda el informe es claro y directo: aunque la ciudad necesita más empresas y negocios para crecer y generar más empleo formal, aún no lo hace como debe ser.

En medio de las trabas burocráticas, los trámites demorados, la falta de garantías y la poca confiabilidad, son menos las empresas o negocios que quieren asentarse en Cali.

La consecuencia se ve en un incremento de la informalidad y la ilegalidad en la economía local.

Aunque se deben reconocer los esfuerzos que han hecho la Cámara de Comercio de Cali así como la Administración Municipal para volver más eficientes los procesos, estos aún no son suficientes.

Si se quiere más crecimiento y desarrollo para la ciudad es imprescindible aligerar la tramitomanía y contar con las herramientas y mecanismos que hagan atractiva a la capital del Valle a la vez que generan confianza para que más empresas se asienten en ella.