Los estragos que la temporada de lluvias está causando en Sevilla, Caicedonia, Tuluá, Buga y Ginebra, en el Valle, indican que es necesario mantenerse en alerta y tomar las precauciones pertinentes.

Las imágenes que se conocen muestran la magnitud de los desastres: carreteras colapsadas, deslizamientos de tierra, barrios en los que el agua sobrepasó la altura de las viviendas y obligó a que sus habitantes las abandonaran y buscaran refugio.

En Sevilla 69 familias lo perdieron todo y decenas de animales murieron ahogados por las inundaciones que superaron los dos metros de altura.
El sector rural de Buga está aislado por el desbordamiento de ríos y quebradas, mientras que las vías de varios corregimientos de ginebra presentan derrumbes.

Los pronósticos indican que las lluvias continuarán durante las próximas semanas, y que el Pacífico colombiano será el más afectado.

Por ello, y como lo advirtió el Ideam, en todo el departamento hay que estar atentos al comportamiento de los ríos, posibles deslizamientos en las laderas y colapso en las carreteras durante los días venideros, así como con las tormentas eléctricas y la nubosidad.

La responsabilidad de evitar tragedias en la temporada de lluvias no es exclusiva de las autoridades.

La reacción oportuna de las comunidades y su atención a las alertas tempranas de los organismos de prevención de riesgos y atención de desastres, salvarán vidas.