Siete ríos deberían ser garantía para abastecer de agua a una población de dos millones y medio de habitantes.

El problema es cuando se es indiferente frente a ese privilegio y en lugar de velar por su conservación, la sociedad se encarga de destruir esos valiosos recursos naturales.

Así ha pasado en Cali, donde sus siete ríos están moribundos o camino a serlo porque no se les cuida como se debe.

Por ello son importantes iniciativas como la de reforestar las riberas y la cuenca del río Meléndez, tarea que comenzó en el mes de octubre y en la que participan la comunidad, organizaciones ecológicas, autoridades ambientales y a la que ahora se une el Ejército Nacional.

La meta es sembrar 20.000 árboles, de los que el Batallón de la Policía Militar número 3 ya ayudó a plantar 3000.

El río Meléndez surte de agua a miles de personas de la comuna 20 y de la zona de ladera del sur de Cali.

No protegerlo ni asegurar la recuperación de su cuenca significa poner en riesgo el abastecimiento en ese sector de la ciudad, por lo cual hay que ayudar a que se logre la meta de reforestación.

Más importante aún es que el trabajo no se quede solo en sembrar árboles, que también se garantice su protección a futuro y que este ejemplo se replique en los demás afluentes de la capital del Valle, la vida misma para la ciudad.