Las informaciones sobre el presunto atentado que se estaría fraguando en contra del presidente Iván Duque son graves y generan incertidumbre en el país.

Por ello hay que aclarar cuanto antes si tienen fundamento y de ser así quiénes estarían detrás de esas “amenazas creíbles”, tal como las ha calificado el Canciller colombiano.

Preocupa sobre todo la captura de tres venezolanos que portaban fusiles de alta precisión, ametralladoras y granadas, quienes según el Ministerio de Defensa habrían ingresado a territorio nacional con intenciones de atentar contra el Primer Mandatario.

De confirmarse la información, se tiene que saber bajo órdenes de quién actúan, si tienen alguna relación con el régimen de la vecina nación o cuál es el origen de esta situación que tiene el claro propósito de desestabilizar al país.

Es al Gobierno colombiano al que le corresponde hacer claridad sobre lo que ocurre, y si bien se agradecen las muestras de solidaridad expresadas por otras naciones, en las actuales circunstancias es improcedente cualquier intervención por parte de alguna de ellas.

Como lo han pedido las autoridades nacionales, no se debe generar alarma pero si es necesario estar atentos e informar sobre cualquier situación irregular que se presente en ese sentido.

Los colombianos tienen absoluta confianza en las instituciones encargadas de salvaguardar la seguridad del señor Presidente y de mantener el orden en el territorio patrio.