El pasado lunes al anochecer, un grupo de amigos todos organizó un entrañable acto de reconocimiento y gratitud a dos vallecaucanos que han servido excelsamente a su región en importantes posiciones: el uno desde la presidencia de Confecámaras, gremio que agrupa a todas las Cámaras de Comercio de nuestro país, y el otro desde la gerencia de Aerocali, entidad que por años tuvo el manejo de nuestro aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón.

Unas 250 personas -todas amigas, repito- tributaron a Julián Domínguez Rivera y a Ricardo Alberto Lenis Steffens lo que pudo ser un homenaje que, sin embargo, fue más allá porque no se trató de un acto oficial con himnos y discursos, sino un motivo para renovar los afectos y darse unos sinceros abrazos.

Como habría dicho Misia Nieves Zorrilla “ahí estaba medio Cali”. Todos se conocían entre ellos sin distingos sociales o políticos, reunidos en torno a la camaradería de años y años de haber compartido pupitres, universidades y distintos cargos del sector privado.

Julián se vinculó con la institución que presidió con lujo de competencia de manera intachable y ejemplar luego de su paso por la dirección ejecutiva de la Cámara de Comercio de Cali que harto ha hecho por nuestra ciudad.

Recuerdo el eslogan que hicimos: Unión, Compromiso y Acción, y la campaña que realizamos ‘al gratin’ las agencias de publicidad caleñas con el tema El Valle nos Toca y que tuvo un memorable éxito.

A su turno Ricardo Alberto, fiel a su estirpe, se le midió al chicharrón de modernizar de cuerpo y alma nuestro aeropuerto que estaba hecho un desastre y gracias al juicioso y buen manejo de la concesión le cambió la cara y ya no es ese elefante blanco que nos avergonzaba.

Hoy el Bonilla Aragón compite internacionalmente y tiene -o tenía- unos proyectos de actualización para hacerlo aún más competitivo. ¡Ah falta que hará una persona como él, ejecutor, cero pantalla y muy profesional!

Por eso, actos como el del lunes pasado nos reivindican el sentido de la vallecaucanidad y ese carácter fraterno que nos debe seguir uniendo, tal como en su momento se logró con el Grupo Amigos Ochenta de grata y fructífera recordación

Felicitaciones a los organizadores, especialmente a Raúl Fernández de Soto y que actos como este, que se repitan

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Posdata. Imperdible en estos próximos diez días la visita a la décima versión de la Feria del Libro de Cali. Dense una pasadita por el Bulevar del Río y el Paseo Bolívar. Para que saboreen cultura con caleñidad.

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Posdata 2. La absolución al presidente Uribe -que no expresidente- es un acto de justicia y probidad y le daña el caminado a ese petrismo que quiere atornillarse en el poder si es que el titular no se las ingenia para seguir acabando con este país.

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Posdata 3. Por eso es preciso unirnos porque si no, nos terminamos de hundir.

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Posdata 4. Yo hablo bien de Cali. ¡Hazlo tú también!