El miércoles pasado, en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, se realizó la conmemoración de los 50 años del Premio de Periodismo a una vida y obra auspiciado por la compañía Seguros Bolívar, de la cual ha sido inspirador y excelente gestor José Alejandro Cortés y ahora su hijo Miguel Cortés.
No obstante las dificultades que implican trasladarse hasta la sede de ese teatro, y a una hora muy difícil, la ceremonia se celebró ante una nutría audiencia en la cual sobresalía, como siempre, la discreción de José Alejo Cortés: no se sentó en la mesa principal en el escenario, sino en una de las sillas de la primera línea, y así fue objeto de varios aplausos que eran realmente ovaciones. O sea, José Alejo Cortés no deja de comportarse como el ciudadano ejemplar que siempre ha sido.
Deploramos la ausencia de Ivonne Nicholls, quien durante más de tres décadas fue la inspiradora y gestora del quehacer que le dio vida y prestigio a este premio, que ahora cuenta con una excelente directora. Ambas, la primera que asistió virtualmente y su sucesora, fueron justamente bien aplaudidas. Se destaca la presencia de algunos de los distinguidos con el premio, y el recuerdo de los jurados que lo otorgaron durante este medio siglo.
Una ceremonia diferente en la cual Miguel Cortés, actual presidente de la compañía, de manera bastante informal, fue dirigiendo la realización del programa acordado, que se inició con una entrevista que él mismo le hizo a su ilustre padre, quien contó cómo se había creado este premio que buscaba, además de darle prestigio a las compañías de seguros, fortalecer el papel del periodismo en la democracia colombiana, idea que el entonces presidente de la República, Alfonso López Michelsen, respaldó plenamente.
Muy impresionante el relato que hizo Miguel Cortés sobre la compleja metodología que utilizó la compañía para examinar estos 50 años y explorar cómo proyectarse hacia el futuro, en visitas a diez ciudades, con participación de muchas universidades, en cada una de ellas y de grupos de periodistas, que contribuyeron a expresar sus preocupaciones sobre la situación del periodismo y su futuro.
Miguel Cortés hizo un diagnóstico dramático de lo que ha venido ocurriendo con el periodismo en sus diversas manifestaciones en todo el mundo. Una precaria síntesis de su cuidadosa presentación muestra como la ausencia de publicidad, la reducción significativa en el número de suscriptores y la pérdida de lectores, en virtud de la revolución digital, y ahora de la inteligencia artificial, han creado una situación casi de supervivencia para los medios de comunicación y de muy controvertida apreciación para el nuevo tipo de periodismo que se tramita por las redes sociales y que va en contravía de las virtudes que caracterizan el periodismo, su rigor, su naturaleza investigativa, su esfuerzo por corroborar las investigaciones, y la tarea sistemática por decantarlas y ponerlas en perspectiva.
La pasión por la inmediatez ha destruido estas importantes características del periodismo tradicional y han colocado a los ciudadanos y a los gobiernos en una difícil situación frente a informaciones que ya no buscan obsesivamente la verdad, y qué hacen ya de las noticias falsas no solamente un fenómeno individual sino masivo.
No obstante, Seguros Bolívar promete seguir trabajando en favor de un periodismo que fortalezca la democracia y le devuelva la confianza, como lo planteó la directora Victoria Perea, de El País de Cali, como uno de los elementos más importantes de la relación periodismo, gobierno y ciudadanía.