Lo menos pensado sucedió en Bogotá hace nueve días. Allí hubo pequeña conspiración contra el Presidente y el motivo fue que rechazaban al exdiplomático Armando Benedetti como superjefe de los ministros y ministras. Lo acusaron de ser un ‘maltratador de mujeres’, que se casaba a menudo, que se divorciaba con frecuencia. ¿Y acaso eso no es de su vida privada? No sé. Al acusarlo, se apoyaban en una grabación donde el exsenador le grita barbaridades a Laura Sarabia.

Sorpresas nos da la política: el controvertido Armando Benedetti hoy ejerce como casi presidente. Entre costeños, hinchas del Junior y en 20 mil tiendas de la costa Caribe, dicen que la tierra costeña no tiene hace 138 años un señor que mande como presidente.

Petro para los costeños de toda la vida no es su paisano, para ellos Petro es cachaco, porque él no tiene acento costeño, ni le gusta el fútbol, ni el Junior y es regular bailarín.

Líos palaciegos, porque en silencio caminaba un plan insólito: sacar al influyente Benedetti, así no le gustara al presidente Petro. Hoy manda en el Palacio presidencial el hábil electorero Benedetti. De paso, están en el asfalto quienes buscaron sacarlo.

El presidente Petro y su llavería Francia Márquez, admitieron que de sus 140 promesas más importantes, solo 27 han sacado adelante. Un amigo burlón preguntó: ¿Y habrá que reelegirlo para que consiga sus sueños?

Petro prometió combatir los derroches viajeros, pero él ha realizado 51 viajes al exterior. Derrochadores en tiquetes internacionales son la mayoría de parlamentarios godos y liberales, petristas y radicales.

Hoy el presidente Petro está en la Arabia Saudita y está tranquilísimo, hace siestas de larga duración, porque su protegido Benedetti manda en cada centímetro del Palacio presidencial.

Buenas buenas, no hubo rebelión seria contra Petro, solo amagos. Benedetti sigue firme y la democracia colombiana (que a veces es de burlas) sigue ‘sólida e invencible’. El petrismo sigue su plan electoral y desde la calle nos preguntamos: ¿Serán limpias las elecciones para senadores y presidente en el año 2026? Ojalá lo sean, para no repetir aquí la comedia de Venezuela.

No lo duden, Benedetti les va ganando porque está en el corazón de Petro, que lo comparó en genialidad con el legendario Jaime Bateman, enorme distinción.