En Cali tenemos mucho por ver, oír, reconocer y admirar. Necesitamos rescatar esa mirada que nos permita valorar lo bueno y recuperar el orgullo que siempre nos ha caracterizado.

Es hora de oír el canto y observar las 561 especies de aves, que hacen de Cali la ciudad con mayor presencia de aves en Colombia. Hora de sentir la emblemática brisa caleña que refresca las tardes, disfrutar de la naturaleza de los siete ríos que bañan la ciudad y los santuarios imperdibles como el Jardín Botánico, Pance o el Zoológico. Tal vez por eso somos la segunda ciudad de América Latina con la mejor calidad de aire.

A pesar de que está próxima a cumplir 500 años, Cali mantiene su alma joven y alegre, donde la salsa sigue siendo la reina de nuestra identidad musical y ritmo que marca nuestra alegría, con el privilegio de oírla a través de grandes como el Grupo Niche y Guayacán.

Hay que ver y admirar en Cali espectáculos de altura mundial como el icónico Delirio, Ensálsate y el show de El Mulato. Si se trata de oír, ver y bailar la salsa no puede faltar La Topa Tolondra, La Matraca, Zaperoco, Donde Fabio o Siboney.

La música y la danza han estado en las venas de Cali. Siempre seremos ‘la Capital mundial de la salsa’, pero también hemos hecho propios los sonidos del Pacífico que retumban en el inigualable Festival Petronio Álvarez; y nos falta tiempo para ver los más de 44 festivales que se realizan en el año y que nos catapultan como un referente mundial en materia cultural.

La gastronomía, fiel reflejo de la mezcla cultural que nos hace únicos, nos invita a saborear la autenticidad caleña en cada bocado. Desde el cholado en las Canchas Panamericanas, pasando por la plaza de mercado Alameda, hasta la alta cocina y magníficos restaurantes, como los de Pacho Prado, Vicky Acosta y Luis Carlos Bonilla que, con su diversidad de sabores, han llegado al alma de los comensales nacionales y extranjeros.

Cali también se posiciona como un referente en materia de salud con dos de sus hospitales entre los mejores de Latinoamérica -el Hospital Universitario Fundación Valle del Lili y el Centro Médico Imbanaco-.

La ciudad acoge un gran número de compañías extranjeras y cuenta con un robusto y diverso tejido empresarial local que aporta al desarrollo de la región y del país, entre ellas Carvajal, Celsia, Colombina, Manuelita, Tecnoquímicas, Fanalca, Calzatodo y Coomeva; y que a través de Compromiso Valle hoy son ejemplo a nivel nacional de innovación social.

Recordemos que Cali es la cuna de nacimiento de cerebros de gran talento en diferentes campos como la ingeniera de operaciones estratégicas de la Misión Marte, Diana Trujillo; la investigadora nominada al Premio Nobel de Medicina, Nubia Muñoz; el fundador de Rappi, Simón Borrero; la diseñadora de modas Johana Ortiz o el director de cine Luis Ospina. Ni qué decir de deportistas como Yuri Alvear, Óscar Figueroa, Robert Farah, Juan Sebastián Cabal y Farid Mondragón, que con sus triunfos deportivos nos han hecho sentir orgullosos de esta tierra.

En medio del bullicio, a veces perdemos de vista lo extraordinario que tenemos alrededor, como nuestros cerros tutelares, las Tres Cruces, Cristo Rey, los majestuosos Farallones, el encantador barrio de San Antonio y nuestro emblemático Museo La Tertulia.

No es gratuito que en griego Cali significa algo esplendoroso y se dice que el nombre de nuestra ciudad en Náhuatl significa hogar. Es momento de abrazar lo que nos hace únicos y orgullosos de pertenecer a este pueblo natal, de rescatar lo mejor de Cali para que todo el mundo, como dice Guayacán, “Oiga, mire, vea” todas las cosas buenas de nuestra ciudad y la miremos con la certeza que juntos podemos hacerla florecer, para que siga siendo ‘luz de un nuevo cielo’.