Las bodas de oro son a los 50 años, a los 75 de brillantes, y, a los 80, bodas de roble.

Toda celebración abre el ser a una jubilosa gratitud, por infinidad de logros y sueños cumplidos.

En el caso de El País, son años y años de informar, enseñar, cuestionar, unir, sembrar, entretener e impulsar.

Todo medio de comunicación, con aciertos y errores, luces y sombras, cumple una noble y valiosa misión.

Son muchas las personas que en 75 años se han beneficiado con ella de una u otra manera.

Doy gracias a Dios de que, durante unos 35 años de esos 75, el Oasis ha inspirado a muchos.

La misión de todos es vibrar en amor para dejar este mundo mejor de lo que lo encontramos.

Abundantes y amorosas bendiciones para todos los que hacen posible que El País circule y los que lo leen.

@gonzalogallog