Piensa en esto: pones una semilla en tierra y, en apariencia, carece de fuerza vital en su interior.
Sin embargo, la siembras con confianza y, en su momento, empieza a crecer.
Ella sabe en qué se va a convertir, y tú únicamente tienes confianza en esa planta.
No dudas de que, paso a paso, crecerá un árbol a partir de esa semilla, y así ocurre.
Al plantar las ideas y pensamientos en tu mente, debes hacerlo con completa confianza.
Cree que sólo lo perfecto brotará de esas ideas y pensamientos, si sabes esperar y cuidar.
Si tu fe y confianza son fuertes e inquebrantables, esos pensamientos comenzarán a crecer.
Es la energía interna en tu interior lo que obra. Es Dios dentro de ti, si así lo crees.
@gonzalogallog