Para los hindúes, advaita es la no dualidad, es la unidad total lejos de cualquier separación.
Una realidad con la que se identifican los místicos y poco digerible para el común de la gente.
Sobre todo en nuestra cultura tan infectada de maniqueísmo, de blanco o negro, bueno y malo.
Un ser iluminado sabe que somos parte de un todo, que somos lo mismo en distintos cuerpos.
Yo estoy en el otro y él está en mí, porque somos rayos de la misma luz o gotas del mismo océano.
Yo no soy bueno y el otro no es malo, sencillamente estamos en distintos niveles y procesos.
Es maravilloso asumirlo. Caen los muros, se borran los juicios y sólo hay espacio para el amor compasivo.
Piensa y lo asimilas. Si lo logras brinca de gozo porque estás en el buen camino.
@gonzalogallog