Colombia es un pedazo de tierra privilegiada, somos uno de los países más biodiversos, ricos en recursos naturales y podemos convertirnos en despensa de muchas cosas buenas para la humanidad. Pero esto se logra si empecemos a cuidar nuestros suelos, nuestras aguas, nuestros aires y nuestra gente.
La elección de Gustavo Petro a la Presidencia es la manifestación del descontento de un pueblo contra los gobernantes que por más de 200 años no supieron estar a la altura, no supieron cuidar nuestras riquezas que no son las que se encuentran en los bancos. Este nuevo gobierno ojalá sepa hacer la tarea que no hicieron los otros.
Acuerdo nacional. Dentro de lo prometido está la posibilidad de un gran acuerdo entre las diferencias y así reducir la polaridad y los odios que son los males que nos aquejan y así poder gobernar en justicia. Que se puede se puede, es hora de formar un gobierno pluricultural donde quepamos todos y creo que Petro tiene una cantidad de gente capaz, para hacer un gobierno con personas que tiene mucho que aportarle a la transformación. Si eso se logra disminuirá la corrupción que ha sido permitida y auspiciada por décadas, por no decir siglos. Recuerden, somos uno de los países más desiguales del planeta.
Verde que te quiero verde. Definitivamente la dependencia de los combustibles fósiles, tan contaminantes, tiene que ser cambiada por fuentes de energía limpia, para eso tenemos el sol, el agua y el viento. La ganadería extensiva que destruye selvas y bosques y por ende nacimientos de agua, tiene que cambiar y buscar fórmulas distintas de hacerla. Lo mismo con los monocultivos extensivos que a largo plazo afectan el balance del ecosistema; no es acabar con la ganadería y los cultivos extensivos sino buscar las formas de hacerlos bien hechos, sin tantos químicos e intercalados. Bienvenida la industria alimentaria sostenible.
Sembrando todos. La alimentación balanceada es quizás lo más importante para que los niños y jóvenes crezcan sanos y puedan aportar más adelante. La alimentación es un derecho fundamental quizás el más grande. Sin comida no hay educación, salud y seguridad. Si no se invierte en garantizarla, de nada sirve invertir en todo lo demás. Las palabras Soberanía Alimentaria se han vuelto tan de moda, por fin nos estamos dando cuenta que ni el oro ni los billetes se pueden comer. Que no podemos depender de que los alimentos nos lleguen de otras partes, tenemos que tenerlos cerca, como dice el dicho, “a pancoger”.
Es hora de unirnos en una verdadera trasformación para lograr una sociedad más justa, dejemos atrás nuestras malas costumbres de solo criticar y no aportar. Ese país que soñamos y queremos, lo construimos entre todos, así que bienvenido el nuevo gobierno, que logre estar a la altura de ese gran cambio, para honrar lo prometido.