En este mes de marzo del año 2023, dos entidades cumplieron años. Dos proyectos que son ejemplo a seguir, organizaciones que están allí para ayudar a personas de las comunidades vulnerables a tener oportunidades distintas, que, de no ser así, tendrían un futuro no muy agradable. Las dos están ubicadas al oriente de Cali, donde reside la mayoría de la población de nuestra ciudad. Allí convergen personas que han sido desplazadas en contra de su voluntad provenientes de Nariño, Putumayo, Cauca, Venezuela y de aquí mismo del Valle.
Se trata de Tecnocentro Somos Pacífico y de la Fundación Lila Mujer. Conocí el proyecto de Lila hace casi veinte años, precisamente, este mes los está cumpliendo. Asociación de mujeres portadoras de VIH que son acogidas por su directora Janet Valencia y donde se les brinda posibilidades de tener un tratamiento médico adecuado y poder generar emprendimientos para el sustento de sus familias.
En el año 2007 nos unimos varias personas y logramos recolectar los fondos para construir la sede que actualmente tienen en el Distrito de Aguablanca. En esa ocasión se nos ocurrió una ‘ideota’ que bautizamos, ‘Decida por la vida’, evento realizado en el club campestre donde se convocaron muchos empresarios del Valle que se solidarizaron por la causa y en una ‘subasta imaginaria’ se logró recoger los recursos suficientes. Artistas como Andrea Echeverri de Aterciopelados, Herencia De Timbiquí, Circo para todos, Adriana Arboleda, Susana Herrera, Diego Martínez, entre otros se hicieron presentes, donando su tiempo y su trabajo, fue algo espectacular.
El Tecnocentro nació hace 10 años de otra ‘ideota’ de la madre Alba Stella que logró contagiar de su gran sentido de servicio a la familia Garcés que a través de su fundación Alvaralice y muchos otros donantes se pusieron en la tarea de construir un mega proyecto de un centro cultural, en Potrero Grande, también en el distrito, donde ya se han atendido miles de personas dándoles las oportunidades de que a través de la cultura y la tecnología cambien sus vidas.
Tuvimos la oportunidad de estar presentes en los dos festejos cumpleañeros, el de Lila Mujer en su propia sede con actos culturales y la presencia de la comunidad, donde también degustamos platos deliciosos preparados por ellas mismas y música del Pacífico. Así como el festejo de Tecnocentro en el Teatro Municipal donde en una manifestación artística pusieron en escena un montaje digno de Broadway. Un espectáculo teatro musical con cientos de artistas formados en el Tecnocentro, que me sacaron más de una lágrima, ¡bravo!
El único camino que nos queda a la especie ‘homo sapiens’, (que no estoy muy seguro de nuestra sapiencia) es el de la solidaridad colectiva y el respeto por las otras especies y por nuestra Madre Tierra. Vuelvo y repito: ¡Bravo, bravo, bravo!, por los logros de estos dos programas cumpleañeros.