Continúan en el mundo los ataques a la prensa. La presión se dirige contra los medios audiovisuales, contra los diarios escritos y contra el personal de reporteros y periodistas. Existen amplias regiones del mundo, como las regidas por el fundamentalismo islámico, en las cuales se aducen normas religiosas para callar a la prensa. En China es conocido que el régimen admite la libertad económica pero es totalmente refractario a la libertad de crítica. Hay países como México donde las bandas criminales mantienen en la mira a los periodistas, porque la labor de denuncia social es incompatible con las actividades de los delincuentes organizados.Pero la más condenable arremetida contra la prensa es la que se presenta en países que alegan ser democráticos, donde las campañas de represión son organizadas desde la cima del poder. Ecuador es un caso patente. El presidente Rafael Correa ha demostrado ser una perfecta mezcla de capacidad académica y gamonalismo pendenciero. Nadie niega que Correa es un economista de renombre. Pero desde que llegó al poder se le salieron los malos modales y la intemperancia de los truhanes de barriada.La enorme vanidad de este personaje chocó rápidamente con los medios que expresaban críticas a su gobierno. Correa ha promovido la expedición de leyes de censura y represión continua contra la prensa. El presidente ecuatoriano se ha comportado como un intocable. El mandón que lleva por dentro traicionó a Correa hace pocos días y de manera vergonzosa: frente a una aglomeración de víctimas del gran terremoto, que clamaba por ayuda, el presidente amenazó con detener a quién no le hiciera caso “sea viejo, joven, mujer u hombre”.En la Venezuela de Nicolás Maduro y sus secuaces continúan los atropellos y brutalidades contra la prensa. El régimen no se ha contentado con haber asfixiado a los periódicos y a los canales de radio y televisión. Ahora los esbirros de la Guardia Bolivariana la han emprendido contra los reporteros de a pie. Se logró captar hace poco la golpiza propinada a algunos periodistas (hombres y mujeres) cuyo único afán era cubrir la noticia del encadenamiento de varios diputados opositores en las puertas del Consejo Electoral, a la espera de que ese ente oficial autorice la recolección de firmas para el referendo revocatorio. Maduro y su gente son intocables.Pero en otras latitudes el mal se extiende. El presidente turco Recep Tayyip Erdogan se cansó de mostrar a la Unión Europea la imagen de demócrata, con la cual pretendió que su país fuera admitido por Bruselas. Últimamente Erdogan se convirtió en un intocable, intemperante y reacio a cualquier crítica. En Turquía se ha llegado al extremo de que cualquier mención periodística del presidente Erdogan, si a este no le gusta, puede llevar al director del medio a los tribunales.***Un terremoto de gran magnitud ocurrió recientemente en las costas del norte del Ecuador, a 450 kilómetros de Cali. Esta distancia en términos planetarios es mínima. La naturaleza se ha encargado de recordar a los habitantes de Cali que las estructuras averiadas como la del jarillón del oriente pueden colapsar en cualquier momento. La desocupación y reforzamiento del dique no son un juego. Por ello es necesario apoyar desde todos los frentes las labores que coordina la Alcaldía de Cali para lograr que desaparezca la amenaza.