Varios pensadores han usado la metáfora del viaje para describir la vivencia del amor:

“Para ser he de salir de mí y buscarme en los otros, que no son si yo no existo y me dan plena existencia”. Octavio Paz

También el pensador español José Ortega y Gasset describe el amor como un viaje hacia otro ser.

Un viaje en el que dejas de girar en torno a tu ego orgulloso y eliges conectar con otro corazón.

El amor refulge cuando la conexión es interna y no sólo de piel con piel o por motivos superficiales.

Al amar eliges que el otro crezca y dé lo mejor de sí, pero el egoísta no es capaz de eso porque no sabe compartir.

Por eso pone límites y cadenas, manipula, irrespeta y cela, ya que no sabe darse y dar, sólo recibir.

Amar te hace vulnerable y puede dolerte, pero nadie sufre tanto como el que no ama. Sin amor no hay felicidad.

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