Hace muchos años en un reino maravilloso vivía un hada que se distinguía de todas las demás por algo muy extraño:
Unos días actuaba como el ser más bello y amoroso, hacía lindas acciones y era un faro de luz radiante.
Pero, nadie sabe por qué, a los pocos días se transformaba en un ser oscuro, perverso y sin corazón.
Las demás hadas la querían, pero huían de su lado cuando obraba con bajeza y mezquindad.
Entonces la reina de las hadas halló la manera de ayudarla a cambiar y la encargó de cuidar a dos niñas huérfanas de madre y padre.
¡Oh, el cambio fue casi mágico! esas pequeñas sacaron lo mejor de ella y muy pronto sus actos eran solo de amor.
Y la reina de las hadas comprobó cuán poderoso es el amor cuando se abre al servicio incondicional de los demás.
Conmovida transformó a las dos niñas ya jovencitas en dos hadas y así reinó aún más la felicidad entre ellas.