Es admirable la tenacidad de Andrés López Obrador, el nuevo presidente mexicano quien ganó las elecciones el domingo pasado.
Es alguien que ha creído siempre en sí mismo y en su causa, sin tener padrinos políticos.
Su carrera a ese cargo está hecha de más derrotas que de victorias, para un hombre que vino del trópico. Según un politólogo:
“Ha sido el político más temido y el más amado; un factor de polarización y una antorcha de esperanza.
En el ejercicio de la política lo han dado por muerto varias veces y está más vivo que nunca”.
Perdió las elecciones en el 2006, pero eso no fue su fin. Tuvo una segunda oportunidad en 2012 y volvió a perder la presidencia.
Pocos creyeron que tenía futuro por delante pero no contaban con su tesón y su determinación.
López Obrador es el primer líder social que ocupará la presidencia de México y ojalá lo haga del mejor modo. Imita su persistencia.