Todo mejora cuando decides borrar de tu mente la palabra ‘problema’ y la cambias por la palabra ‘situación’.
Tu vida depende de cómo miras la realidad: con un enfoque positivo o negativo, con fe o negativismo.
Afronta lo negativo preguntándote: ¿Qué aprendo? ¿Para qué llega esta situación a mi vida? ¿Qué oportunidad se esconde acá?
Todo depende, no de la realidad en sí misma, sino de tu interpretación, de tu respuesta a las propuestas de la vida.
Por eso decía un sabio: “La felicidad no es la ausencia de problemas, sino la habilidad de salir adelante con ellos”.
Un triunfador aprovecha la situación adversa para crecer; el perdedor ve un problema en cada situación y se queja.
Imita al inventor y el creativo que convierten una dificultad en una excitante oportunidad y hallan una solución ingeniosa.
En la vida no hay problemas ni fracasos, en la vida hay valiosos aprendizajes y oportunidades para mejorar.
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