Si lees los escritos de los Maestros o Guías Espirituales de cualquier raza, cultura, credo o época, descubres algo:

De una u otra manera, todos invitan a vivir lo que ellos han logrado: Un despertar de consciencia y una existencia en amor.

De hecho, a Sidarta Gautama, que vivió unos quinientos años antes de Cristo, lo llamamos Buda, o sea, ‘despierto’ o ‘iluminado’.

En los evangelios no se lee la palabra consciencia, pero toda la vida y las enseñanzas de Jeshua son para lograrla viviendo en amor.

Consciencia no es lo mismo que inteligencia o un caudal de conocimientos o de mucha información.

Consciencia es sabiduría, es saber de verdad quién eres, cómo actúas y para qué estás de paso por este plano.

Hay ayudas para ser más consciente como meditar, examinar tu actuar y conocerte sin subterfugios.

Date el gran regalo de ser cada día más consciente, más amoroso y más coherente. Entonces también serás más feliz.