Gaman es una palabra japonesa del budismo zen que significa soportar con paciencia y dignidad lo que parece insoportable.

Se traduce generalmente como perseverancia, paciencia, tolerancia, o abnegación, y es aceptar con estoicismo.

Se une a ganbaru y shoganai para indicar que hay que perseverar con paciencia y aguantar serenos los reveses de la vida.

Es tener paciencia, aguantar lo indecible ante la adversidad, con dignidad y fortaleza, es capacidad de superación.

Pero en Japón es siempre teniendo en cuenta al otro, apoyarse sin ser una carga para el resto o incomodar.

Para los japoneses el grupo cuenta mucho y es vital mantener la armonía social o ‘wa’; se vive bien pensando en los demás.

Es una filosofía de vida que un niño aprende desde pequeño y eso se palpa en tragedias como el tsunami de 2011.

Los vimos aceptando con suma paciencia y dignidad la adversidad y confiando en sus fuerzas para volver a levantarse unidos.

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