Desaliento es sin-aliento y desapego es sin apego. La ley espiritual dice: “A más aferramiento, más sufrimiento”.

Nada es permanente y cuando se da una ruptura, un distanciamiento, o llega la muerte, entonces sufres.

Ojo: sufres por no saber amar, por depender de alguien, por poner el sentido de tu vida y tu felicidad en otra persona.

Un error bien frecuente debido a un amor propio bien precario que necesitas fortalecer para no necesitar de nadie.

En el amor no hay necesidad ni cadenas invisibles, el amor auténtico es libre y liberador, sin ataduras.

Elige amarte y valorarte tanto que puedas decirle a los que quieres: “Te amo, pero soy feliz sin ti y no te necesito”.

Si de verdad te amas, amas a Dios y amas a los demás, ninguna relación será de dependencia sufriente.

Amar es un arte exigente que pocos conocen y practican. Es común llamar amor a cualquier cosa.