Habitamos en un mundo trepidante y el silencio del dormitorio te brinda la ocasión de reflexionar sobre la vida o los problemas.

Si enfocas tu mente volátil solo en el ahora, no permites que en la cama resuelvas lo que quieres hacer mañana.

Algunas personas al ir a dormir viven ese buen momento como algo turbulento y muy difícil.

Un batallón de pensamientos, preocupaciones e imágenes incómodas recorren con estrépito cada rincón de su vida mental.

Es una experiencia desagradable que puede motivar un notable deterioro de la calidad de vida a corto o mediano plazo.

Ámate y programa actividades relajantes al llegar la noche, aprende estrategias de relajación y de meditación.

Todo pide disciplina y dedicación, ya que solo así eres el dueño de tu mente y toma el control.

El símil de manejar auto te lo dice: si sueltas el volante, el auto se enloquece. Perfecto, lo mismo pasa con tu mente.

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