La depresión es un trastorno en el que te sientes súper mal, sin motivación ni interés para realizar lo que antes era satisfactorio.
Baja mucho el estado anímico y los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria.
En una depresión no sientes ganas de nada, hay irritabilidad, sensación de vacío y, a veces, coquetos con un suicidio.
La mayoría de los psiquiatras se limitan en dopar al paciente, pero algunos apelan primero a ayudas no químicas.
Pueden servir las esencias florales, los sueros, la hierba de San Juan, la amapola, la valeriana o el ginseng.
Hay más ayudas; la meditación, Yoga, Tai Chi, técnicas de relajación, musicoterapia, masajes, ejercicio.
Las experiencias espirituales sirven y por eso es bueno apoyarse en rituales y todo lo que nutra el alma.
Obvio que, en casos graves, es necesario medicarse, pero de manera que no se generen dependencias.
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