Gran parte del sufrimiento humano nace de los apegos. El amor que no ata y la aceptación son tu buena estrella.
Cuando te aceptas como eres y aceptas la realidad, ya nunca vuelves a sufrir, aunque el dolor toque a tu puerta.
El sufrimiento es dolor o lo adverso sin aceptación y sin un amor libre. Con desapego aceptas las pérdidas sin sufrir.
La aceptación es serena, alegre y activa; no es resignarse, es asumir todo en paz y cambiar lo que se pueda.
Acéptate, acepta la realidad y no pelees ni hagas resistencia, fluye, suelta y deja las batallas.
En ocasiones sufres la fatigosa situación de perder un ser querido o tus bienes. Entonces pon leña cada día en la hoguera de la esperanza.
Cuando mantienes viva la esperanza, la esperanza te mantiene vivo. Si hoy estás mal, un día cambias lágrimas por sonrisas.
Todo pasa como pasa el viento. En la rueda de la vida las personas pasan, las penas pasan, las crisis pasan, el dolor un día se va. Apóyate en la fuerza de la confianza.
Sigue en Instagram @Gonzalogallog