Acaso has oído hablar del Proyecto Gilgamesh que según algunos sería una realidad en los próximos 25 años.
Se dice que con avances de la ciencia y la tecnología las máquinas se combinarán con el proyecto de lograr la inmortalidad.
Entonces tendríamos un humano inmortal con partes cibernéticas diseñadas para no tener falla o desgaste.
Ya hay personas trabajando en eso y tienen financiamiento para lograr ese sueño o utopía. Escribio Simone de Beauvoir:
“Los humanos son mortales. ¿Qué pasaría si fuéramos inmortales?
Sería el aburrimiento infinito de generaciones sin fin.
¿Tendría sentido levantarse de la cama a hacer cosas si siempre habrá un mañana? ¿Por qué reparar las injusticias si el tiempo es infinito y todo lo cura?
¿Qué sentido tendría la realización personal, si siempre habrá un tiempo infinito para concretar los proyectos?
A nadie se escapa que el afán de inmortalidad es reflejo de un atributo de Dios que el ego orgulloso humano desea”.
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