La palabra emunáh significa en hebreo fe o confianza plena en Dios, en ti o en los otros. La fe te llega cuando sabes escuchar la Palabra de Dios, dice San Pablo en su Carta a los Romanos 10,17. La fe nace y crece cuando se la pides a Dios con todo el corazón: léelo en Lucas 17,5 y 18, 8.La fe es tu escudo o coraza, es tu defensa según San Pablo en varias de sus cartas: Efesios 6,16; 1 Tesalonicenses 5,8. La fe auténtica debe reflejarse en las buenas obras. Sin ellas está muerta: Santiago 2, 14-26. Una fe sin obras no sirve para nada.La fe es el arma que tienes para vencer los obstáculos que nacen del mal: 1 Juan 5,4.La fe pide un cultivo constante. Cuídala con actos de confianza, lecturas que te inspiren y ambientes propicios.Más importante que creer en Dios es creerle a Dios, amarlo, seguirlo, en suma, hacer su voluntad: Hebreos 10, 36