Estos días postreros del año son magníficos para hacer un buen balance del año, similar al que hacen las empresas.
Dedica tiempo a hacer un inventario de ganancias y de pérdidas. Para ti es de lo que ves como negativo o positivo.
Está alerta porque, condicionado por creencias y la educación, puedes ver como ‘malo’ o ‘bueno’ lo que no es así.
¿Sabes que ganar la lotería no fue tan bueno sino una fuente de grandes problemas para muchos? Otros dan gracias porque una enfermedad o una dura prueba los llevó a vivir mejor.
Haz el balance agradeciendo la guía celestial. Busca un espacio tranquilo y es mejor si escribes porque así lo puedes volver a mirar.
Hazlo con calma y elige 4 cosas: 1 Perdonarte y perdonar de corazón. Acepta tus fallas con humildad, y las ajenas con compasión, sin culpas.
2 Soltar todas las cargas negativas y sanar heridas emocionales unido a Dios.
3 Agradecer todo porque la gratitud alegra y trae abundancia.
4 Trazar un plan de acción para el nuevo año con propósitos claros de mejoramiento. Comparte eso para tener apoyo.
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