Mas de uno puede opinar que no se gasta la plata comprando la boleta para oír a determinado conferencista si, en definitiva, puedo comprar el libro y da lo mismo. Los famosos viven escribiendo libros, realizando videos y además dictan conferencias. ¡Qué negocio tan bien montado! Ganan por todo lado. Y aun cuando puede ser la misma información la que emiten, existe un componente especial que no es reemplazable con un texto o con un video. La presencia de ellos es impactante porque existe una energía que transmiten que no se consigue en youtube ni en una librería. La resonancia dentro de la energía de una persona sabia, contagia, contamina. Es como si te acercaras a un lugar donde hay un olor especial y terminas impregnado de ese olor. Chopra ¡huele!Y es allí, en esa energía donde se marca la diferencia entre los seres humanos. Puede que a nivel del mundo concreto y material sea inexplicable, pero a nivel cuántico o energético es contundente. Por eso hay personas que te llegan con sólo estar cerca de ellas y otras que no resistes así no conozcas nada de sus mundos. Igual sucede con los espacios, con las experiencias, con los momentos. Creo que todos registramos anécdotas de esa clase. Dos personas pueden dar la misma temática, repetir los mismos ejemplos, copiar la misma información y sin embargo, no es igual. A Gonzalo Gallo lo han querido imitar, copiar, casi calcar, pero misión imposible. Gonzalo convoca gente una, dos, tres veces y es irrepetible. Cada vez es distinto y ¡es igual! La energía de una persona no se puede copiar, no se puede reemplazar, ni siquiera se puede aprender. Resonamos en esa frecuencia energética, nos limpiamos o contaminamos con ella, pero ni la robamos ni la extinguimos. Chopra precisamente explicaba en su extraordinario libro de Sincronicidad que bastan ocho días, para que todas las células de tu cuerpo estén renovadas por el fluir de la energía en tu campo energético. Es decir, nada de nuestro cuerpo es igual, ocho días después. Tan impactante es el cambio o el fluir del medio en que nos movemos. Y todo tiene que ver con todo. Por eso nos dicen que si se cae una hoja en China, las repercusiones las podemos sentir aquí. Para bien o para mal. Estamos conectados, lo queramos o no, lo aceptemos o no.Entonces tenemos un poco de todo lo que nos rodea, de lo que aprendes, de lo que miras, de lo que respiras. Somos resonancia dentro de energías del campo donde nos movemos. Contagiarte de buenas energías para construir unas células mejor energizadas dentro de un cuerpo mas armónico, debería ser una tarea diaria tan importante como comer bien. De allí la importancia de no alimentarnos de negativismo, noticias de alcantarilla o rabias de otros. Vamos por la vida recibiendo y resonando en una frecuencia que deberíamos tratar conscientemente de proteger para que no nos llegue la basura del mundo. Hay personas que necesitan vivir respirando carroña, es su medio, su mundo. Totalmente respetable porque es la onda en que logran vibrar. Pero cuando hago consciencia de lo que soy y de la energía en que mejor me desenvuelvo, puedo buscar frecuencias mas armónicas con lo que deseo y espero de la vida. Es una decisión personal y una persona sabia nos ayuda a sintonizarnos mejor. Chopra es una magnífica oportunidad de respirar distinto: su meditación, su información, su mirada o su sonrisa, sus palabras, pueden sanar nuestro corazón y nuestro entorno. Allí radica la magia de estos personajes. Chopra huele, usted decide si quiere participar de ese olor