Se hace necesario sacar conclusiones amenas en medio de este tiempo tormentoso de la pandemia. Siempre el humor es un remedio deseable para acompañar hasta la más desafortunada estación. La razón y las circunstancias de este particular año, nos llevan a reflexionar con algo de risa en situaciones como estas:
- “Las señoras añoraban tener maridos caseros. Ahora están aburridísimas de haberlo pedido“.
- “Me hacen bañar tantas veces al día, que he notado que así como sube la cuenta del agua, disminuye mi nivel de melanina”.
- “Los alcohólicos anónimos, ¿con qué se frotarán las manos en la pandemia?”.
- “En muchos hogares, el alcohol al principio estaba en la puerta para limpieza corporal y de los zapatos. Con los meses se fue entrando a la casa y se instaló en mesas y salas disfrazado de chardonays, tempranillos, escoceses y demás, limpiando los espíritus y acompañando la soledad”.
- “Solo la vacuna hizo que los cincuentones envidiaran a los de 80”.
- “La gente está tan impresionada con la diligencia, compromiso y bondad del Ministro de Salud, que muchas señoras le están encontrando parecido con Brad Pitt”.
- “Lo primero que siempre le miré a una mujer fueron sus labios. Sus líneas y carnosidad me hacían intuir lo demás. Ahora, por culpa del tapabocas, estoy aprendiendo a enamorarme de los ceños“.
- “Si seguimos encerrados, el rating de las misas por televisión, superará al de Betty, la fea”.
- “Muy bonitas las fotos de la vacunación de las mamás y las abuelitas, pero ya es suficiente. ¡Ellas nos podrán demandar por acoso generacional!”.
- “Nunca pensé que terminaría queriendo más las viejas pantalonetas que las relucientes corbatas. Ni que las lociones serían eternas o que asistiría a importantes reuniones virtuales en bóxer”.
- “Siempre me gustaron los picos. ¡Y más aún los segundos picos! Pero todo ha cambiado tanto, que hoy nos da terror hablar del tercer pico… de la pandemia”.
- “El minúsculo virus y el largo encierro han invadido el alma de comprensión y tolerancia. Hoy veo como ovejas a quienes fueron mis insoportables rivales”.
- “Aprendimos un nuevo léxico: ‘Pandemia’ no es una receta de repostería; ‘antígenos’ no son las armas para derrotar a los alienígenas; ‘morbilidad’ no es la característica de los morbosos y ser ‘asintomática’ es muy diferente a ser frígida”.
- “Después de doce meses de aislamiento, por fin pude visitar un Grill. Me está haciendo un tratamiento el reconocido oftalmólogo Herman Grill”.