Uno de los mayores problemas que enfrentan los jóvenes de nuestro país es la carencia de un proyecto de vida que movilice todas sus energías y los invite a soñar con un futuro construible y alcanzable. Las causas son variadas y la mayoría apuntan al modelo educativo y la falta de oportunidades visibles en los territorios.
En los estudios realizados para tratar de entender las causas de la deserción escolar, se encuentra que la falta de un proyecto de vida es una de las más constantes explicaciones a este fenómeno. Los niños y jóvenes tienen sueños sobre su futuro, pero no encuentran en el colegio o en sus profesores las herramientas que les permitan materializar esos sueños en realidades. En la medida que pasan los años y estos chicos no identifican que el colegio les está dando herramientas para la construcción de su futuro deciden abandonarlo. Esto sumado a otras realidades como la carencia de oportunidades laborales, hogares maltratadores o el consumo de drogas que seguramente agravan la situación.
Tuve la oportunidad de trabajar con el maestro Yuri Buenaventura un proyecto promovido por Innpulsa y el Ministerio de Cultura que buscaba identificar 20 emprendimientos musicales para premiarlos con la producción de un disco de seis canciones y un video. La semana pasada se entregaron los trabajos producidos y fue realmente impactante la calidad de los mismos. Cuando llegó el momento de la entrega, cada uno de los ganadores podía dar unas palabras, todos coincidían en agradecer la confianza en ellos y la oportunidad para mostrar su talento.
Me sorprendió la narración que hizo una de las ganadoras, quien antes de esta convocatoria había ya migrado a otro país y había perdido casi por completo la esperanza de convertir en realidad su sueño de ser una reconocida cantante. La convocatoria que invitó a artistas a enviar sus trabajos musicales para ser curados y seleccionados, no solo movió a esta colombiana a retornar, sino a más de 2300 artistas de los cuatros departamentos del Pacífico.
Creo en el desarrollo de proyectos que permitan visibilizar y alcanzar oportunidades en distintas áreas, no solo musicales, sino también programación, generación de contenido, análisis de bases de datos y deportes entre otras, permitiendo que los jóvenes mantengan sus sueños por un periodo más largo de tiempo. No se trata simplemente de generar las oportunidades para que se cumplan los sueños, estas oportunidades deben demandar esfuerzo, dedicación y sacrificio por parte de los jóvenes. La satisfacción de alcanzar un sueño está ligada con el esfuerzo que demanda lograrlo.
Debemos poder garantizar la generación de sueños y proyectos de vida en nuestros niños, alimentar su esperanza y crear oportunidades para que ellos vean posible la realización de sus metas. Las barreras administrativas, las limitantes presupuestales y los intereses sindicales no pueden ser la justificación para no lograr brindarles a nuestros menores una formación ajustada al mundo de hoy.
Es inminente la reforma que hay que hacer a la educación para lograr que las instituciones educativas de nuestro país, los currículos y los docentes se adapten y capaciten para poder atender las necesidades de nuestra sociedad hoy. Brindar las herramientas que les permitan a nuestros niños construir y alcanzar sus sueños debe ser un compromiso de nuestra sociedad. Porque talento es lo que hay.