Un devastador terremoto de magnitud 6,3 sacudió en la madrugada de este lunes 3 de noviembre, el norte de Afganistán, dejando al menos 20 personas muertas y más de 320 heridas, según un balance preliminar del Ministerio de Salud.

El sismo, registrado alrededor de la 1:00 a. m. hora local, tuvo su epicentro en el distrito de Kholm, provincia de Samangan, a una profundidad de 28 kilómetros, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).

Las autoridades confirmaron que el impacto fue severo en las provincias de Balkh y Samangan, donde numerosas viviendas y carreteras resultaron destruidas.

El portavoz del Ministerio de Salud, Sharafat Zaman, indicó que la cifra de víctimas podría aumentar conforme avanzan las labores de rescate: “Alrededor de 320 compatriotas fueron heridos y más de 20 murieron”, señaló en declaraciones recogidas por medios locales.

Entre las estructuras más afectadas se encuentra la Mezquita Azul de Mazar-i-Sharif, una joya arquitectónica del siglo XV considerada uno de los templos más sagrados del país.

Según testigos citados por AFP, uno de los minaretes del recinto colapsó y gran parte de su ornamentación quedó reducida a escombros. Las autoridades locales prohibieron inicialmente el acceso de la prensa mientras evaluaban la magnitud del daño patrimonial.

El portavoz provincial de Balkh, Haji Zaid, confirmó que las autoridades religiosas y de cultura trabajan junto con ingenieros para determinar la estabilidad de la estructura.

“Es un golpe duro para la historia de nuestro país”, afirmó. La Mezquita Azul, famosa por sus azulejos turquesa y por albergar, según la tradición, la tumba de Alí ibn Abi Tálib, primo y yerno del profeta Mahoma, es uno de los principales símbolos de Afganistán.

La Mezquita Azul, famosa por sus azulejos turquesa. | Foto: X: @historiente

El Ministerio de Defensa informó que varios caminos quedaron bloqueados por deslizamientos de tierra, pero que las unidades de rescate lograron despejarlos parcialmente durante la madrugada.

En las zonas rurales, la precariedad de las comunicaciones y la falta de infraestructura dificultan el acceso de los equipos de emergencia, que deben recorrer terrenos montañosos durante horas para llegar a los pueblos más afectados.

Los hospitales de Mazar-i-Sharif y Samangan permanecen en alerta para recibir a los heridos, mientras que organizaciones humanitarias evalúan las necesidades de la población. Las réplicas del sismo se sintieron incluso en Kabul, donde numerosos habitantes salieron de sus viviendas por temor a colapsos.

El terremoto también provocó cortes de energía en varias regiones del país, incluidos sectores de la capital, según confirmó la empresa nacional de suministro eléctrico.