Semanas después de la muerte de Ozzy Osbourne, ‘The Sun’ reveló cuál fue la causa real del fallecimiento de la leyenda del heavy metal, quién pudo despedirse ante su público en un último concierto que cantó con el alma.
Según las imágenes del certificado de defunción, Osbourne murió a causa de un infarto agudo de miocardio y un paro cardíaco extrahospitalario, el pasado 22 de julio a los 76 años.
El documento, expuesto por el diario británico ‘The Sun’, también detalla como factores a una enfermedad arterial coronaria y párkinson con disfunción autonómica, además de afecciones que el músico había hecho públicas en los últimos años al público.
Ozzy Osbourne, quien fue reconocido a nivel mundial como el “príncipe de las tinieblas”, había sido diagnosticado con párkinson en 2020.
Último adiós a ‘Ozzy’
Miles de aficionados presenciaron la despedida del “príncipe de las tinieblas” el miércoles, 30 de julio, donde vieron el cortejo fúnebre de Ozzy Osbourne, en su ciudad natal de Birmingham, Inglaterra, antes de un sepelio en la intimidad.
Al frente, un coche fúnebre negro transportaba el ataúd del líder de Black Sabbath, fallecido a los 76 años, cubierto de flores rosas que formaban el nombre “Ozzy”.
La procesión se detuvo frente al “Black Sabbath Bridge”, donde la familia del cantante, incluida su esposa Sharon, depositó flores.
Llorando y con la cabeza gacha, Sharon iba acompañada de sus tres hijos, Aimee, Jack y Kelly, y saludó a la multitud que coreaba el nombre del cantante.
El puente “Black Sabbath Bridge”, sobre el que hay un banco con los rostros de los cuatro miembros de la banda, está cubierto desde el anuncio del fallecimiento de la estrella con una montaña de ramos de flores, globos y mensajes dejados por numerosos admiradores.
A unos pasos del memorial improvisado, protegido por vallas, Lana Vivienne, de 26 años, hacía fila para dejar una rosa y, así, “rendir homenaje a la leyenda”.
“Vengo a decirle adiós una última vez, Ozzy era un tipo de la clase obrera de Birmingham, era auténtico y nunca cambió, ni siquiera al hacerse famoso”, comentó una joven durante su despedida, destacando que el cantante “nunca perdió su acento”.
Tras este último homenaje, la estrella debía ser enterrada en la intimidad, en presencia de artistas como Elton John o James Hetfield, del grupo Metallica, según ‘The Sun’.
Black Sabbath, fundada en 1968, tuvo un enorme éxito comercial en las décadas de 1970 y 1980 y llegaron a vender más de 75 millones de álbumes en todo el mundo.
El grupo ingresó en el Salón de la Fama del Rock and Roll en 2006 y Osbourne fue incluido por segunda vez el año pasado como solista.