El presidente ruso Vladimir Putin celebró el jueves la "liberación" de Mariúpol y ordenó bloquear todas las escapatorias posibles del complejo siderúrgico subterráneo donde se atrincheraron los últimos resistentes de esa estratégica ciudad portuaria del sureste de Ucrania.

"El fin del trabajo de liberación de Mariúpol es un éxito", dijo Putin a su ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, en un encuentro difundido por la televisión.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden afirmó sin embargo que "todavía no hay pruebas de que Mariúpol haya caído por completo" en manos rusas y aseguró que Putin "nunca tendrá éxito" en la ocupación de Ucrania.

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Tras casi dos meses de asedio y bombardeos, las últimas tropas ucranianas están ocultas en la acería de Azovstal, una de las mayores de Europa, que tiene kilómetros de túneles.

Putin determinó frenar el asalto final a ese peligroso lugar y ordenó en cambio "bloquear toda la zona de tal forma que no salga ni una mosca".

"Tenemos que pensar (...) en la vida de nuestros soldados y oficiales, no tienen que penetrar en esas catacumbas y arrastrarse bajo tierra", explicó en el encuentro con su ministro de Defensa.

Unos 2.000 soldados ucranianos rechazaron los ultimátums rusos y permanecen atricherados en la siderúrgica, según Moscú.

Las autoridades ucranianas afirman que hay también allí unos 1.000 civiles.

El Ministerio ucraniano de Relaciones Exteriores pidió crear un corredor humanitario para evacuar a esos habitantes, que "no confían en las tropas rusas".

Evacuaciones

Mariúpol ha sido uno de los lugares donde se ha concentrado la ofensiva rusa desde poco después de la invasión, el 24 de febrero. Controlar ese puerto del mar de Azov permitiría a Moscú unir los territorios prorrusos del Donbás y la península de Crimea, ya anexada en 2014.

Las autoridades estiman que unas 20.000 personas murieron en Mariúpol, debido a los bombardeos o a la falta de agua, comida y electricidad.

El ejército ruso controla gran parte de la ciudad desde hace días e incluso permitió la entrada de algunos periodistas occidentales que pudieron contemplar sus calles devastadas.

Durante el asedio, las evacuaciones de civiles fueron raras y peligrosas. Aun así, el jueves, la vice primera ministra ucraniana Irina Vereshchuk indicó que cuatro autobuses con civiles pudieron dejar la ciudad.

Según un periodista de la AFP, tres autobuses procedentes de Mariúpol llegaron a Zaporiyia. Pero aún se ignora si los vehículos forman parte del convoy, porque recorrer los 200 km que separan a ambas ciudades puede llevar días a causa de los numerosos puestos de control.

Rusia replegó a fines de marzo sus tropas del norte de Ucrania y de los alrededores de Kiev y concentró su ofensiva en el este y el sur del país.

"Los disparos de artillería rusos prosiguen en toda la línea del frente", indicaron las autoridades ucranianas.

El gobernador de Lugansk, Sergei Gaidai, instó a los civiles a evacuar cuanto antes la región, porque "la situación se complica de hora en hora".

La guerra en Ucrania ha dejado más de 7,7 millones de desplazados internos y más de cinco millones dejaron el país, según la ONU.

"1.020 cuerpos de civiles"

La preocupación por la población civil se acrecentó tras los descubrimientos de decenas de cadáveres en localidades cercanas a Kiev ocupadas por Rusia hasta finales de marzo.

Desde entonces, han llegado a las morgues de la región de Kiev "1.020 cuerpos de civiles, únicamente civiles", dijo a la AFP Olga Stefanishyna, vice primera ministra ucraniana para la Integración Europea y Euroatlántica, desde Borodianka.

En esa ciudad a 54 km de la capital, la policía dio parte del hallazgo de nueve cadáveres enterrados en dos fosas.

"Estas personas fueron asesinadas por los ocupantes (rusos) y algunas de las víctimas muestran señales de tortura", dijo el jefe de la policía local, Andrii Nebytov.

En Borodianka, como en Bucha, cuyas calles aparecieron sembradas de cadáveres. Kiev denuncia "crímenes de guerra" de Rusia, que niega la autoría de esas muertes.

Nueva ayuda militar de EE.UU.

La batalla por el control total del Donbás y por parte del sur del país se anuncia larga.

La toma de Mariúpol puede permitir a Moscú reforzar sus posiciones más al norte, cerca de Járkov, la segunda ciudad ucraniana.

Pero la resistencia se anuncia feroz, especialmente con el aumento de la ayuda de los países occidentales.

Biden anunció una nueva ayuda militar de 800 millones de dólares para Ucrania. El paquete incluye "armas de artillería pesada, decenas de obuses, 144.000 municiones y drones", según Washington.

Estados Unidos también propuso una asistencia económica adicional de 500 millones de dólares para permitir a Ucrania mantener el funcionamiento del gobierno, informó un funcionario del Tesoro.

Para compensar las pérdidas económicas causadas por la guerra, Ucrania necesita "alrededor de 7.000 millones de dólares" mensuales, dijo el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski en Washington.

El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, anunció en Kiev que un barco de la armada española zarpó con destino a Polonia con "200 toneladas de munición moderna".

El barco lleva también "30 camiones, varios vehículos especiales de transporte pesado y 10 vehículos pequeños cargados con el material militar que se trasladará a Ucrania", detalló.

Algunos diplomáticos occidentales temen que la prolongación de la guerra debilite la unidad de acción frente a Rusia.

Si la guerra se concentra en el Donbás, lejos de Kiev y de las fronteras de la Otan, el sentimiento de urgencia y unidad de Occidente puede a la larga disminuir. "Es un desafío", admitió un diplomático a la AFP.

Rusia prohibió ingresar en su territorio a la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, y al presidente de Facebook, Mark Zuckerberg, así como a decenas de personalidades prominentes estadounidenses y canadienses, en represalia a las sanciones impuestas por los países occidentales.

Reino Unido anunció nuevas sanciones contra los jefes del Ejército ruso, que según la ministra de Exteriores británico, Liz Truss, tienen las manos manchadas de sangre. Y la Organización de los Estados Americanos suspendió a Rusia como observador permanente hasta que "retire" las tropas de Ucrania.