Entre gritos de "crimen" y "asesinos", miles de personas se manifestaron y mostraron su indignación este viernes en Atenas, donde estallaron enfrentamientos con la policía, y en otras ciudades de Grecia, por el fatídico accidente de tren que dejó 57 muertos.

En la capital griega, una nueva protesta reunió a 3.000 personas por la noche en el centro de la ciudad, donde la policía empleó gases lacrimógenos y granadas aturdidoras contra un grupo que lanzaba piedras y prendió fuego a papeleras, constataron periodistas de la AFP.

La policía también usó gas lacrimógeno en Tesalónica (norte), en una protesta con una afluencia similar.

"Lo que ha ocurrido es una vergüenza", denunció una manifestante, María Psachelis, con lágrimas en los ojos.

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"Estamos llenos de rabia y no podemos aceptar que en el año 2023 se produzca semejante tragedia, con decenas de muertos, entre ellos muchos estudiantes", dijo Angelos Thomopoulos, líder de un sindicato estudiantil.

Más de 5.000 personas, según la policía, se manifestaron por la mañana y escribieron la palabra "asesinos" con letras rojas en las ventanas de la sede de la empresa de ferrocarriles, Hellenic Train, en la capital griega.

Previamente, los manifestantes observaron un minuto de silencio ante el Parlamento, en el tercer día de luto nacional.

En Lárisa, la ciudad más cercana al lugar del siniestro ocurrido la noche del martes, y en Patra, una ciudad del Peloponeso (suroeste), se manifestaron también cientos de personas durante el día.

La universidad de Tesalónica en duelo

"Vivimos la mayor tragedia de nuestra historia (...) Estamos devastados", declaró en un comunicado el viernes la dirección del centro universitario, que perdió a nueve estudiantes en el accidente.

En el campus el viernes todo eran rostros descompuestos y en lágrimas. Las clases han sido suspendidas en solidaridad con las víctimas.

"La mayoría conocíamos a gente que ha muerto o resultado herida", explica a la AFP la estudiante de Filosofía Sophia Hatzopoulou, de 23 años.

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La ira de los estudiantes y del resto de la población no parece remitir a pesar del mea culpa entonado por el gobierno hacia los fallos "crónicos" de la red ferroviaria, que tuvieron que ver con la tragedia.

Este viernes, los sindicatos ferroviarios organizaron una huelga por segundo día consecutivo, para denunciar "la falta de respeto" de los sucesivos gobiernos "hacia los ferrocarriles griegos, lo que ha conducido" a esta catástrofe.

Una fuente judicial indicó que las pesquisas buscan depurar posibles responsabilidades penales contra varios directivos de la empresa Hellenic Train, propiedad de la sociedad pública italiana Ferrovie Dello Stato Italiane (FS).

Señalización que no funcionaba

La justicia trata de entender por qué un tren con 342 pasajeros y diez trabajadores fue autorizado a tomar la misma vía única que un convoy de mercancías, en la línea entre Atenas y Tesalónica.

El jefe de la estación de Lárisa, de 59 años, fue detenido tras el suceso y acusado de homicidio culposo y heridas.

La televisión estatal ERT indicó que el jefe de estación había sido nombrado hace apenas 40 días y pasó una formación de solo tres meses.

Si es declarado culpable, puede ser condenado a cadena perpetua.

"Los retrasos (en la modernización de los ferrocarriles) encuentran su origen en las patologías crónicas del sector público griego, durante décadas de debilidad", admitió el jueves el portavoz del gobierno Yannis Oikonomou.

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El nuevo ministro de Transporte, Giorgos Gerapetritis, pidió perdón a las familias de las víctimas. Su predecesor dimitió tras el accidente.

Hellenic Train fue vendida en 2017 al grupo italiano Ferrovie dello Stato Italiane en el marco del programa de privatizaciones exigido por los acreedores de Grecia durante la crisis económica del país (2009-2018).

El presidente del sindicato de conductores de tren OSE, Kostas Genidounias, agregó que toda la señalización de la línea donde se produjo el accidente "está hecha manualmente".

"Desde el año 2000, los sistemas no funcionan", afirmó.

Representantes sindicales de Hellenic Train advirtieron de esta deficiencia tan solo hace tres semanas.