En un día marcado por la reflexión y la nostalgia, el Vaticano conmemoró el primer aniversario del fallecimiento del Papa Emérito Benedicto XVI, siendo exaltado por Francisco durante su mensaje del Ángelus en este último domingo del año.

Al igual que en la pasada Navidad, ayer el Papa Francisco rezó el Angelus y envió un saludo a los feligreses católicos en el mundo. | Foto: AFP

“Hace un año que el Papa Benedicto XVI concluyó su camino terrenal, después de haber servido a la Iglesia con amor y sabiduría”, expresó el Santo Padre y agregó: “Sentimos por él tanto cariño, tanta gratitud, tanta admiración”, revelando la profunda huella que él dejó en su sucesor y en la Iglesia.

La culminación del tributo del Papa Francisco llegó con una súplica especial: “Desde el Cielo bendícenos y acompáñanos. ¡Un aplauso para Benedicto XVI!”, en un gesto que recuerda que la labor de aquellos que sirvieron a la Iglesia perdura más allá de la vida terrenal.

Sobre la importancia del tiempo con los hijos

En su mensaje del Ángelus lleno de sabiduría y consejo, el Papa Francisco también dirigió otras palabras a la multitud en la Plaza de San Pedro, al cuestionar abiertamente si, en medio de la rutina diaria, los progenitores logran dedicar el tiempo necesario para conectarse con sus hijos.

Así, desde el Palacio Apostólico, ante miles de fieles, el Pontífice argentino compartió un consejo invaluable: Mantener la capacidad de asombro en la familia y alentó a no acostumbrarse a lo ordinario, destacando que la maravilla cotidiana puede ser el secreto para fortalecer los lazos familiares.

El arzobispo Georg Gaenswein cubre el rostro del ex Papa Benedicto mientras yace en un ataúd en la Basílica de San Pedro antes de su funeral en el Vaticano, el 4 de enero de 2023. | Foto: REUTERS

La capacidad de asombro puede ser un secreto para llevarse bien en familia, no se acostumbren a lo ordinario de las cosas”, mencionó Francisco y a los esposos les dijo: “Es bueno para los matrimonios saber sorprenderse del propio cónyuge, por ejemplo tomándolo por la mano o mirándole a los ojos por algún instante por la tarde con ternura”.

Y en un gesto cálido, el Papa cerró su intervención con un saludo especial, recalcándoles a las familias presentes en la Plaza de San Pedro y a las que lo escuchaban por la televisión que “no olviden que la familia es la célula fundamental de la sociedad”.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.